Aunque ya estuvimos hace tiempo, merece la pena recordar el finde que pasamos por Cantabria para visitar Mortero Calaca... más que nada porque, desde entonces, no he salido a ningún sitio (excepto los paseos de los domingos) y ya estoy que me subo por las paredes... pero bueno, hasta que no haga el examen de la oposición... salidas restringidas!
El fin de semana del 22 y 23 de Enero nos fuimos una pequeña expedición segoviana junto a un individuo de la vecina Ávila hasta Cantabria para realizar la travesia Mortero-Calaca... con la finalidad de completarla porque las veces anteriores la gente de nuestro grupo que había ido no habían completado la travesia. Bueno, ya sabemos que a los de nuestro grupo se nos da muy, muy bien el buscar la localización de las cuevas y las aproximaciones y que en ello invertimos el "mínimo tiempo posible"... jejeje.
TRAVESÍA MORTERO DEL CRUCERO-CALACAAmenaza frio, mucho frio...
La aproximación con el coche difícil ya que el camino llega un punto en el que tiene mucha pendiente y muchas piedras sueltas que hacen que el coche patine. Como conseguimos subir con la furgoneta de Rubén dejamos el otro vehículo antes de la cuesta y cargamos todo (y todos) en su coche. Y menos mal... porque nos ahorramos una buena caminata hasta la boca de las cuevas.
La boca de la Torca del Mortero del crucero está cerca de donde se aparca el coche, pero cuando nos temrinamos de cambiar había bastante niebla por lo que nos costó un poco encontrarla. Nos separamos en dos grupos y unos instalaron la boca de entrada mientras los otros iban hasta Calaca para instalar la salida.
Había cuerdas instaladas (que resultaron estar allí fijas) pero como no sabíamos si eran de otro grupo que estuviera dentro, colocamos nuestras propias cuerdas. Cuando llegamos al último pozo nos quedó claro que llevaban allí mucho tiempo... estaban congeladas!!! en el sentido más estricto de la palabra, tenían una capa de hielo impresionante.
Un montón de huesos al final del pozo de entrada. Y seguimos con el frio aunque en cuanto nos ponemos en acción, una vez dentro de la cueva, muy buena temperatura.
La travesía muy muy bien aunque en un momento dado nos perdimos y tuvimos que reubicarnos para darnos cuenta de que nos habíamos pasado de largo y estabamos volviendo sobre nuestros pasos pero por otro sitio.
Cueva muy recomendable. No tiene dificultades técnicas y podemos encontrar meandros, cuerdas fijas en algunas subidas, trepadas, oposiciones varias, caos de bloques... y muchas fromaciones bastante bonitas. Vamos, de todo un poco.
Especialmente espectacular las dimensiones de la sala que hay poco antes de la salida y la sala de los pendants en las que, si te fijas un poco, se encuentran fósiles completos de caracolas.
Esta foto es del pozo de salida por Calaca (unos 27 metros) en el que yo, especialmente, pase mucho, mucho frio y casi se me congelan las manos (vamos, que ni las sentia del dolor que tenía) Menos mal que estaba el abulense para asegurar las cuerdas a las ramas más robustas del haya donde estaba la cabecera... jejeje.
La verdad es que se estaba mejor dentro que fuera porque la temperatura cuando salimos era de -5ºC y mucha niebla... así que nos cambiamos lo más rápido que pudimos para irnos a tomar unas racinoes de rabas en el bar más cercano...
CUEVAMUR
La mitad del grupo sigue con hanas de cueva y, mientras la otra mitad realiza una expedición de reconocimiento de la gastronomía de la zona, decidimos dar una pequeña vuelta por Cuevamur... cómo me gusta esta cueva!!! si es que hasta el nombre es chulo! jejejeje
Una vuelta corta y salimos a la hora de comer para encontrarnos con nuestra otra mitad en Colindres donde encontramos un sitio para comer de menú por 8 euros (y eso que era domingo!) Así que después de la sopa de pescado, los peces que nos zamapamos y el puding de maracuya (o papaya, no recuerdo bien) nos encaminamos de vuelta.
Dejo aquí un video del grupo Espeleo50 del cual nos acordamos cuando estábamos "perdidos":
Aunque Palmanova es un sitio muy turístico, tuvimos la suerte de que no hacia muy buen día y debe ser, que al estar nublado, los "guiris" se van de compras así que pudimos disfrutar de la playa sin el inconveniente de estar rodeados de gente.
Muy pequeñita y de piedras (genial para no acabar lleno de arena cuando te vas a casa). El agua increible para darte una baño tras otro.
Aguas cristalinas y arena blanca hasta donde alcanza la vista... impresionante.
